Un análisis de dos centenares de pacientes en China vincula los fallecimientos a la edad avanzada y los problemas de coagulación
El tiempo de excreción del virus fue de 20 días en promedio en los supervivientes de la COVID-19, en un rango desde los 8 a los 37 días.(Foto G.I.)
Un equipo de científicos chinos ha publicado el mayor estudio sobre los factores de riesgo asociados a las muertes por SARS-CoV-2, el coronavirus que ya ha infectado a más de 100.000 personas en el mundo desde su identificación en diciembre. La nueva investigación ha analizado a 191 pacientes ingresados en dos hospitales de Wuhan, 54 de los cuales fallecieron y el resto fueron dados de alta antes del 31 de enero. El estudio constata que la edad avanzada, los problemas de coagulación de la sangre y los síntomas de septicemia —una respuesta fulminante del organismo para combatir una infección— son los tres principales factores de riesgo a la hora de morir por la COVID-19, la enfermedad provocada por el virus.
El trabajo, encabezado por el médico Hua Chen, subraya que la mitad de los pacientes analizados presentaba otras enfermedades, como la hipertensión (30%), la diabetes (19%) y la enfermedad coronaria (8%). Sus cálculos muestran un 10% de aumento del riesgo de muerte en el hospital por cada año más de edad de la persona infectada. La media de edad de los fallecidos es de 69 años, frente a los 52 años de los supervivientes.
Los autores, que publican sus resultados en la revista médica The Lancet, creen que sus datos pueden ayudar a identificar pronto a los pacientes con peor pronóstico. El 2% de las personas que ha contraído la enfermedad ha fallecido, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud. Además de la edad avanzada, el equipo de Hua Chen destaca otros dos factores de riesgo: una puntuación alta en la escala SOFA —un sistema de evaluación del fallo multiorgánico en enfermos ingresados en la unidad de cuidados intensivos— y valores elevados en la prueba del dímero D, empleada para detectar problemas de coagulación sanguínea.
El estudio también sugiere que los pacientes graves diseminan el virus más tiempo del esperado. El tiempo de excreción del virus fue de 20 días en promedio en los supervivientes de la COVID-19, en un rango desde los 8 a los 37 días. Los autores piden cautela a la hora de interpretar sus resultados, ya que todas las personas estudiadas estaban hospitalizadas y las dos terceras partes estaban en estado grave o crítico. En cualquier caso, recomiendan que no se dé de alta a los pacientes ingresados hasta que den negativo en las pruebas del virus.
La revista médica The Lancet afirma que el nuevo estudio es la primera fotografía completa de la progresión de la COVID-19. La duración media de la fiebre fue de 12 días. La dificultad para respirar duró 13 días en los supervivientes. El tiempo desde la aparición de los síntomas hasta el alta fue de 22 días. Y, en el caso de los fallecidos, el tiempo medio hasta la muerte fue de 18,5 días.
“La edad avanzada, los síntomas de septicemia en el ingreso, enfermedades subyacentes como la hipertensión y la diabetes y el uso prolongado de la ventilación no invasiva fueron factores importantes en la muerte de estos pacientes”, explica en un comunicado Zhibo Liu, coautor del estudio en el Hospital Jinyintan. “Los peores resultados en las personas mayores pueden deberse, en parte, al debilitamiento del sistema inmune y al aumento de la inflamación, que puede promover la replicación viral y una respuesta más prolongada a esa inflamación, provocando daños duraderos en el corazón, el cerebro y otros órganos”, añade el médico.
El trabajo, encabezado por el médico Hua Chen, subraya que la mitad de los pacientes analizados presentaba otras enfermedades, como la hipertensión (30%), la diabetes (19%) y la enfermedad coronaria (8%). Sus cálculos muestran un 10% de aumento del riesgo de muerte en el hospital por cada año más de edad de la persona infectada